En TextileGenesis™ escuchamos con frecuencia que la trazabilidad se está convirtiendo en una necesidad imperiosa de los negocios. La combinación de mayores regulaciones, las exigencias de las marcas para hablar a los clientes sobre sostenibilidad, y los cambios en la capacidad global de producción, impulsan un requisito aparentemente imparable de entender de dónde vienen las materias primas y cómo se transforman en productos terminados.
Para muchas marcas y comercios, las preguntas clave no son qué es la trazabilidad ni si se necesita, sino cuál es la mejor manera de incorporarla rápida y eficientemente en ‘los negocios como de costumbre’. El cambio siempre requiere tiempo e inversión –de modo que las preguntas clave son ¿cuánto, qué tan rápidamente, y cómo contribuye cualquier inversión a las utilidades?
Se puede plantear un caso de negocios a favor de casi todos los aspectos de las operaciones de una marca, desde la innovación a la gestión eficiente de los riesgos. Pero, hay tres razones de peso en estos momentos.
- Confianza. Hay muchas razones por las cuales los clientes y los socios deciden interactuar con una marca, pero todas son afectadas por la confianza. Ninguna empresa puede dares el lujo de ignorar los efectos que tiene sobre las personas y sobre el planeta actualmente pero, aunque es fácil hablar de la sostenibilidad y el impacto, es mucho más difícil demostrarlo. Si una marca dice que está reduciendo la huella de carbono de sus productos o que contiene materiales reciclados, es de vital importancia que disponga de evidencia confiable para sustentar esas aseveraciones. Esto puede ser especialmente delicado porque los insumos más sostenibles generalmente tienen un mayor valor en el mercado y, por lo tanto, cuestan más. Donde es difícil o imposible diferenciar entre materiales ‘mas sostenibles’ y ‘commodities’, existe un incentivo económico para que los ‘malos actores’ sustituyan los primeros con los segundos. En octubre del 2020 se reportó ampliamente que alrededor de 20,000 toneladas de algodón orgánico habían entrado fraudulentamente al mercado. Los expertos creen que el volumen total de algodón ‘mal etiquetado’ en el mundo se mucho mayor. Y el problema no se limita al algodón ni a la certificación como orgánico.
- Eficiencia. Las marcas y los comercios siempre han contado con sus proveedores para que les suministren información sobre sus productos, desde los costos hasta los tiempos de entrega y las listas de materiales. Generalmente hay departamentos enteros dedicados a clases específicas de información: compras, comercialización, y tecnología, por nombrar solo algunos. Pero la información que se requiere para cumplir con las normas actuales y las expectativas de los clientes son diferentes. No se trata del producto terminado, los procesos de los proveedores, ni la logística. Se centra en las materias primas y en todos los actores y procesos que han en medio. Esta información no se origina con los proveedores y éstos no están en una buena posición para manejarla. Como consecuencia, vemos equipos cada vez más grandes que buscan la siguiente pieza de información en este rompecabezas que se necesita para entender con claridad el estado de la certificación de los proveedores de Nivel 3 o Nivel 4, o de las transacciones entre ellos. Se necesita una solución con un diseño totalmente diferente para manejar estos datos con efectividad, y esa solución no la puede construir cada marca o comercio por sí misma.
- Cumplimiento. Las regulaciones nacionales e inter regionales se están hacienda cada vez más estrictas y exigen a las marcas visibilidad de toda la cadena de abastecimiento así como evidencia bien documentada, no solo del país de origen del producto terminado, sino de todos los insumos de materias primas y bienes intermedios. Ha habido un incremento dramático en el número de productos entrantes a los Estados Unidos que se someten a una orden de retener la entrega (WRO por sus siglas en inglés). El problema no es solamente la preocupación por la mano de obra, y eso no se limita a determinadas geografías, sectores, o industrias. De hecho, la lista más reciente que el gobierno de los EE. UU. Sabe que se producen con mano de obra forzada e infantil – publicada por la Oficina de Asuntos Laborales Internacionales (OALI) identifica alrededor de 119 combinaciones de producto y país, cualquiera de los cuales podría estar sujeta a una WRO en el futuro. Otras jurisdicciones – como la UE – tienen palanes para imponer leyes que podrían tener efectos similares y también abarcarían otros asuntos, como la deforestación o la recolección ilegal de vida marina. Añádase a esto leyes sobre lo que se puede y no se puede poner en la etiqueta de un producto en diferentes países y se puede ver que la carga del cumplimiento es grande y sigue creciendo.
El valor de la trazabilidad de una marca o comercio específico, obviamente, varía como la hará la inversión que se requiere para lograrla, pero hay valor en la confianza, la eficiencia, y el cumplimiento.
Al reconocer la creciente importancia de una mayor visibilidad en la cadena de abastecimiento para la marca y los comercios, el U.S. Cotton Trust Protocol se unió a la plataforma de TextileGenesis™ como la primera fibra de algodón sostenible en ofrecer total transparencia en toda la cadena de abastecimiento en la plataforma. El U.S. Cotton Trust Protocol trae metas y mediciones cuantificables y verificables a la producción sostenible del algodón.
Conozca más sobre cómo unirse al U.S. Cotton Trust Protocol como miembro en trustuscotton.org
Diligencia un formulario para ponerse en contacto con un representante en cottonusa.org/trust-protocol