En el entorno actual, los diseñadores no solamente tienen la oportunidad de crear hermosos productos sino que tienen la obligación de utilizar la información -algunas veces privilegiada- a la que tienen acceso para crear fibras, telas, sistemas de diseño, y productos innovadores que protejan nuestro planeta.
De todas las ideas que he escuchado recientemente en la industria de la moda, ésta fue la que más llamó mi atención: sin importar sus convicciones o hábitos de compra, ningún consumidor puede cambiar por sí solo la industria del vestuario que vale USD $ 1,34 trillones. Los consumidores sólo pueden comprar lo que hay disponible en el mercado. Por lo tanto, la pregunta que nosotros en la industria nos debemos hacer es: ¿cómo hacemos posible que los consumidores tomen las mejores decisiones ecológicas posibles?
Creo que la respuesta a esta pregunta está en la práctica del diseño circular. La circularidad, un término que se utiliza cada día más, se puede definir como una serie de compromisos a lo largo del ciclo de vida del producto. De acuerdo con circularfashion.com,
“La circularidad es la idea de que los productos se deben diseñar para que sean muy longevos, ahorren recursos, no sean tóxicos, sean biodegradables, reciclables, y éticos. Deben ser adquiridos y producidos dando prioridad a los recursos locales, no tóxicos, renovables, biodegradables y reciclables, así como a prácticas eficientes, seguras, y éticas.
Además, los productos se deben utilizar durante el mayor tiempo posible, a través del buen cuidado, la reparación, el reacondicionamiento y el compartir entre múltiples usuarios a través del tiempo (mediante el arriendo/alquiler, venta de usados, trueques, etc.). Después, los productos se deben rediseñar para dar a los materiales y componentes una nueva vida. Por último, los materiales y componentes se deben reciclar y reutilizar para fabricar nuevos productos. Si no son aptos para el reciclaje, los materiales biológicos se deben convertir en compost para que sirvan de nutrientes para plantas y otros organismos vivos en el ecosistema. En general, el ciclo de vida de los productos no debe causar daños ambientales ni socioeconómicos sino contribuir al desarrollo positivo y al bienestar de los seres humanos, ecosistemas, y sociedades en general.”
El algodón cultivado en Estados Unidos es el ejemplo para la elección de una fibra amable con la circularidad por muchas razones: prácticas de cultivo limpias, mayor resistencia de la fibra, mayor eficiencia en la manufactura, mayor durabilidad del material producido, más deseado por el mercado, beneficios del desempeño natural, longevidad del producto, y biodegradabilidad. Las telas y prendas ricas en algodón son más fáciles de reciclar, reutilizar, o convertir en compost para devolverlas al suelo, y cumplen la visión de la circularidad para un ciclo de vida del producto que reduzca los daños ambientales y socioeconómicos. El hecho de aprovechar los superpoderes inherentes del algodón para informar, mediante una planificación cuidadosa del producto y técnicas de manufactura innovadoras, brinda a la industria un mundo nuevo de alternativas circulares, emocionantes y viables para el mercado.
Estas son mis ideas e iniciativas circulares preferidas que debemos observar:
Mover monolitos
Cuando pensemos en transformar la industria de la moda no podemos dejar de pensar de forma estructural. Una organización que ha comenzado a mover monolitos y perturbar el statu quo es la Fundación Ellen MacArthur. Son una verdadera fuerza de cambio que conecta empresas, gobierno, y academia para construir un nuevo marco para una economía restaurativa y regenerativa por diseño.
Mediante iniciativas como Make Fashion Circular (Hacer la Moda Circular), están involucrando a líderes de la industria como Burberry, Gap Inc., H&M, PVH, y Stella McCartney para impulsar la industria de la confección hacia modelos de negocios y prácticas de diseño circulares.
Una iniciativa que me inspiró en especial es el programa de Jeans Redisign que desarrolló y puso en práctica nuevos estándares para la manufactura del denim poniendo en discusión todas las partes del proceso de diseño. Al reunir a líderes de la academia, las marcas, lsd tiendas departamentales, los productores, los recolectores, clasificadores, y las ONG, se aseguraron de que la adopción de sus prácticas fuera lo suficientemente amplia para producir un cambio. Para el 2021, dieciséis marcas y confeccionistas líderes estarán siguiendo estas pautas para confeccionar sus jeans.
Liderazgo legendario
De forma similar a la fundación Ellen MacArthur, marcas como Stella McCartney se han convertido en líderes de la circularidad, exigiendo transformaciones radicales desde el interior de la industria de la moda. En toda la compañía, Stella McCartney pretende eliminar el desperdicio y la contaminación mediante el diseño de productos, el uso de los materiales y los productos durante más tiempo, y la regeneración de los sistemas naturales.
Además de su colaboración con la fundación Ellen MacArthur, se han asociado con varias iniciativas y organizaciones en su trabajo por llevar la industria más allá del modelo de diseño de fabricar-usar-desechar. He aquí una breve descripción de con quiénes están trabajando:
The Cradle to Cradle Products Innovation Institute
A través de su iniciativa Fashion Positive, esta organización pretende acelerar el diseño circular mediante el desarrollo de materiales centrados en la sostenibilidad y medidos a través de la salud y la reutilización de los materiales, la energía renovable, el manejo del carbono, el cuidado del agua, y la equidad social.
Esta plataforma digital da nueva vida a los bienes de lujo bajo un sistema de consignación creando un mercado para la más grande selección de artículos de lujo usados. Esta asociación es el primer paso de Stella McCartney para asegurarse de que sus productos nunca terminen como desechos. Al diseñar productos para que duren, están transformando la forma como se producen, venden, comparten, y reutilizan las prendas de vestir.
Esta iniciativa desarrollada por H&M y Ginetex, la asociación internacional para la rotulación sobre cuidado de textiles, pretende ayudar a los consumidores a interpretar mejor los símbolos de las etiquetas sobre cuidado de textiles, e impugna las suposiciones sobre la frecuencia con la cual las prendas se deben lavar, secar, planchar, y lavar en seco. El fin es ayudar a los consumidores a ahorrar tiempo, dinero, y energía, y reducir los impactos sobre el ambiente.
Acceso al exceso
La transformación radical lleva tiempo, de modo que es fundamental identificar los pasos intermedios que se pueden dar ya. Hace poco me presentaron la marca Bode , un diseñador independiente que está haciendo exactamente eso. La colección del debut de Emily Bode se hizo casi en su totalidad con textiles vintage que respondían a la importante pregunta: ¿Qué pasa con todos esos metros adicionales producidos por los proveedores? ¿Por qué aceptamos los “sobrantes” como algo sin valor? Al comenzar donde nuestra industria históricamente ha dejado los materiales no utilizados (el relleno sanitario), Emily ha prolongado el ciclo de vida de los textiles y, al mismo tiempo, ha creado unas prendas exquisitas. (Para escuchar una perceptiva conversación entre Emily y Eileen Fisher, otra pionera la industria, dé clic aquí.)
Reformation, en Los Ángeles, tiene una práctica similar. Casi 15% de sus productos usan telas de “inventario muerto”, el cual representa casi 6% de la basura que llega a los rellenos sanitarios de los Estados Unidos cada año. Además, entre 2 y 5% de sus prendas son confeccionadas con ropa vintage a la cual se le da un nuevo uso. Estas son las clases de medidas que debemos tomar para que los desechos existentes no lleguen a los rellenos sanitarios.
Pulpa no ficción:Evernu
Termino con una de mis innovaciones recientes favoritas, algo que nos acerca más a un futuro circular. Evernu es una compañía de innovación de textiles cuyo producto estrella es NuCycl, una fibra producida usando tela de algodón desechada. Al igual que Stella McCartney y Emily Bode, el equipo detrás de Evernu cree que debemos eliminar el relleno sanitario como fin del ciclo de vida del producto. La pregunta que los guía es similar a la que planteé al comienzo de este artículo sobre ayudar a los consumidores a tomar decisiones ecológicamente saludables. Ellos preguntan: ¿Cómo evitamos que la gente deseche sus prendas? Su respuesta es convertir estos desechos en una fibra regenerada que se pueda usar para fabricar nuevas prendas.
Podría parecer abstracto eso de convertir ropa vieja en pulpa para volver a comenzar, pero este concepto ya se está popularizando. Evernu se asoció con Adidas por Stella McCartney para crear una sudadera con capucha (hoodie) elaborada 100% con materiales desviados de los rellenos sanitarios. La Infinite Hoodie está confeccionada con 60% NuCyl™ y 40% de sobrantes de algodón orgánico. El aspecto más interesante de la prenda es que está hecha con el propósito de regenerarla una y otra vez. Cuando esta sudadera ya no sea apta para el uso, se puede introducir nuevamente en el proceso de Nuycl™ para convertirla en material nuevo, llegando a multiplicar el ciclo de vida de la fibra hasta 10 veces.
Todos estos ejemplos señalan el ímpetu que está cobrando la sostenibilidad, la circularidad, y lo que James Carnes, vicepresidente de Creación de Estrategia en Adidas, llama “un mundo libre de desperdicios.” Cuando pienso en el meollo de la conversación, siempre regreso al principio: la fuente original de la fibra utilizada en cualquier prenda. La calidad de la fuente original es vital y por esa razón el trabajo que está haciendo Cotton Council International con los cultivadores de algodón de los Estados Unidos para promover y habilitar innovaciones en calidad y sostenibilidad, tiene tantísimo sentido.
A medida que pidamos a los consumidores tomar más decisiones sobre el consumo, debemos plantearnos preguntas similares. Por ejemplo, ¿cuáles materiales hacen más sostenible nuestro sistema actual? Parte de la respuesta es recordar que la capacidad de regenerar materiales, desviar los residuos, y en última instancia eliminar los rellenos sanitarios depende de la elección inicial de fibra que tome el diseñador. La forma más fácil de descomponerte las nuevas descomponer telas y los viejos es si se comienza con fibra de la más pura calidad.
