“Adaptación”, una palabra, que explica el motivo por el cual esta empresa con más de 40 años en el mercado, ha logrado no solo mantenerse, sino también, convertirse en líder de la producción de hilos en Colombia.
La competencia más que local, es global. Hilos de India, Taiwán, entre otros orígenes, luchan por expandir su presencia en Colombia, llevando a las productoras nacionales a ofrecer servicios diferenciados y casi, personalizados. El manejo de costos, los tiempos de producción y de respuesta o lead times, y la constante búsqueda para ofrecer una mejor calidad en sus productos, han hecho de Hilanderías Universal una empresa sólida que apuesta por el crecimiento y la competitividad.
Son 15.000 toneladas de hilo producidas por sus máquinas cada año. Una cifra que esperan aumentar como resultado de la renovación tecnológica en la que se encuentran e inversiones en nueva maquinaria, ampliación en el portafolio de servicios, desarrollo de nuevos empaques, tecnologías de enconado y mejoras en la infraestructura de la planta.
Hilanderías Universal cuenta con 4 líneas de producción:
- Anillo
- Open End
- Chorros de aire
- Dreff
Donde los hilos de Anillo y Open End se destacan por ser producidos con algodón de los Estados Unidos (50% y 100% respectivamente). Un aliado que les permite negociar estándares de calidad, optimizar tiempos de tránsito y, sobre todo,
conocer cada paca al detalle, antes de recibirla. Siendo esto último parte fundamental en sus tiempos de producción.
Fiel a su filosofía de adaptación, Hilanderías Universal ha encontrado la manera de expandir su mercado, aprovechando los desperdicios en sus operaciones. Es el caso del sector del trapero: un nicho en el que llegan a vender cerca de 180 toneladas de desechos al mes que sirven para crear este tipo de productos de aseo. Una interesante forma de aprovechar sus recursos y a la vez, ser una compañía amigable con el medio ambiente.
Desde sus comienzos, la idea de esta empresa con más de 500 trabajadores ha sido no detenerse, y que sus máquinas sigan trabajando como siempre: 24 horas al día por 7 días a la semana. ¡Hilanderos por excelencia!